Para los seres humanos, una fuente de vitamina C en la dieta es literalmente necesaria para la supervivencia.
A principios de la década de 1900, el ácido ascórbico se aisló e identificó como el nutriente que evitaba el escorbuto. Los seres humanos, se descubrió, se encuentran entre los pocos animales que no pueden fabricar vitamina C en sus propios cuerpos, y deben obtenerla de una fuente externa (frutas frescas, verduras o píldoras de vitamina C) de forma regular para evitar la enfermedad.
Los perros, sin embargo, pueden producir vitamina C en sus cuerpos, y debido a esta capacidad, los nutricionistas siempre han considerado innecesario agregarla a la dieta de un perro. Pero las observaciones clínicas recientes indican que cuando los perros están enfermos o estresados, pueden agotar rápidamente la producción de vitamina C en sus cuerpos. Un estudio de 1942 observó que los perros con enfermedades de la piel generalmente tienen cantidades muy bajas de vitamina C en la sangre.
Si la vitamina C es efectiva en perros, hará que la piel esté más saludable, fortalecerá los vasos sanguíneos y fortalecerá el sistema inmunológico.
Si desea darle a su perro un montón de vitamina C, pero también está tratando de mantener a su perro con suplementos naturales, se le puede dar pulpa o acerola fresca, también conocida como cereza de acerola. Las cerezas de acerola también se pueden comprar en polvo para aquellos que no tienen acceso a la fruta fresca.
El polvo de acerola de cereza es una fuente extremadamente rica y biodisponible de vitamina C natural. Hecho de cerezas de acerola reales, este polvo está cargado de muchas vitaminas, antioxidantes y minerales.